2/9/08

Gracias Roger

La botella fue destapada una noche de mil nueve noventa en una terraza de la ciudad de Buenos Aires.
El corcho està alojado, desde entonces, en la garganta del artista plástico Roger di Canal por lo que el proceso de fermentación de su espíritu es irreversible.
Los poros tenaces de Roger emanan todo el tiempo la híbrida sustancia de su delirio.
Un grupo de voluntarios sostenidos por los hilos del arte y del amor reúne esa sustancia en tarritos que son etiquetados, exhibidos, vendidos, derramados, ingeridos, analizados, robados, prohibidos, escondidos y almacenados.

El cuerpo generoso de Roger es por fin una cantera en manos de las musas.